A la hora de decidir qué tipo de suelo colocar en nuestro propio gimnasio siempre se nos presenta la duda de qué tipo de pavimento elegir para que cubra todas nuestras necesidades. En estos casos suele haber dos factores que son comunes, independientemente de la decisión que tomemos. Estos dos requisitos obligatorios que debe cumplir nuestro suelo de gimnasio son siempre el tener un factor antideslizante y por otra parte, que tengan una correcta amortiguación del peso. Estos dos factores como son el suelo antideslizante y el suelo amortiguador de peso prevalecerán siempre frente a otros.
A continuación explicaremos el por qué de la importancia de ambos factores:
Suelo antideslizante
Este factor, que nos aporta generalmente cualquier suelo de gimnasio, es de vital importancia, no solo por la comodidad a la hora de pisar y desplazarnos por la sala, sino por la propia seguridad de los usuarios. Un suelo que resbale puede originar grandes caídas y sus consiguientes consecuencias, las cuales pueden ser muy peligrosas dada la cantidad de máquinas y elementos metálicos que habitualmente ocupan nuestros gimnasios. Además la caída de agua o sudor constante exige un cumplimiento obligatorio de este factor para reforzar nuestra seguridad.
No obstante, habrá algunas actividades en las cuales no será necesario un fuerte factor antideslizante como pueden ser determinadas artes marciales, las cuales necesitan de algo de deslizamiento para poder realizar correctamente determinados movimientos de tobillo. Exceptuando esto, siempre será muy positivo y seguro el uso de un suelo con un fuerte factor antideslizante.
Suelo amortiguador de peso
Si la anterior característica iba destinada a un aumento de la seguridad de los usuarios del centro o gimnasio, esta va destinada a conservar la seguridad y bienestar de toda la maquinaria y el suelo preexistente sobre el cual coloquemos el pavimento deportivo. Gracias a la amortiguación de peso nos garantizaremos una larga duración de nuestras mancuernas y máquinas. Igualmente evitaremos que el suelo sobre el cual coloquemos el pavimento de gimnasio sufra cualquier tipo de rotura o desperfecto.
Por otro lado, comentar que el material que mejor amortigua los impactos y caídas es el de caucho. Estos suelos de caucho amortiguarán siempre más que otros como por ejemplo los suelos de goma, ya que estos últimos, al tener una densidad muy alta no se amoldarán a los impactos sufridos y pueden originarse roturas tanto en mancuernas como en el suelo. Claro está que, en función del tipo de práctica deportiva que desarrollemos debemos colocar un suelo de caucho de mayor o menor grosor y a su vez de mayor o menor densidad.
Conseguir suelo de caucho de gran grosor a precio asequible: ya es posible
También es importante comentar que gracias al avance de las técnicas en la fabricación de suelos de caucho, hoy en día pueden colocarse grandes grosores de pavimento sin necesidad de hacer un gran desembolso como era necesario hace no demasiado tiempo.
Esto se logra gracias a la utilización de suelos amortiguadores de caucho de baja densidad y a su vez de bajo coste que colocaremos en primer lugar, para luego colocar justo encima de este un suelo de caucho amortiguador de mayor densidad. De esta forma tendremos un suelo de caucho compuesto por dos pavimentos amortiguadores, uno menos denso abajo, y uno más denso arriba. Esto se hace también con la intención de que el suelo que se coloque en la parte superior y por lo tanto visible tenga una menos porosidad y nos permita poder limpiar el suelo de una forma mucho más rápida y sencilla.
Gracias a este ingenioso sistema conseguiremos el suelo de caucho amortiguador de gran grosor que deseamos a un precio asequible y con un bonito aspecto.