Deberemos de emplear un suelo de grosor considerable, entre 1,5 y 4 cm ya que la caída de una mancuerna puede provocar daños en el suelo original debido a su fragilidad, aunque el suelo de caucho aguanta sin problema.
En estos espacios podemos instalar suelos de caucho de poco espesor, ya que, en estos casos, no causaremos molestias por el ruido o las vibraciones a ningún vecino. Los suelos de base resistiran sin problema, mientras no sean de losas de gres, suelo porcelánico, parquet, madera o suelos laminados: recomendamos entre 0,8 y 2 cm de grosor.